Los ganglios linfáticos son grupos muy pequeños de células inmunes que
funcionan como parte del sistema inmunológico del cuerpo. Hay más de 600
ganglios linfáticos en todo el cuerpo, pero los que se agrandan o inflaman con más
frecuencia son los ganglios linfáticos del cuello, debajo de la barbilla, en
las axilas y en la ingle. Haciendo énfasis en los ganglios linfáticos del
cuello podemos decir que su inflamación se presenta en cualquier grupo de edad
o población, aunque por lo general esto ocurre con mayor frecuencia en los
niños.
El cuerpo se basa en el sistema linfático para combatir gérmenes,
infecciones y sustancias anormales, como las células cancerosas. Por tanto, los
ganglios linfáticos son una parte importantísima del sistema inmunológico. La
inflamación de los ganglios del cuello, también conocida con otros nombres como
linfadenitis, linfadenopatía o glándulas inflamadas, puede ser el resultado de
infecciones (resfriado común, paperas, rubéola, faringitis estreptocócica,
infecciones del oído, mononucleosis, una herida infectada), tumores malignos como
el linfoma no Hodgkin o enfermedad de Hodgkin (linfoma de Hodgkin) y
enfermedades autoinmunes.
Cuando
la inflamación se debe a una infección
viral puede mejorar sin tratamiento, sin embargo, en presencia de algunas
infecciones causadas por bacterias u otros patógenos se necesita atención
médica. Busque atención médica inmediata si sus ganglios linfáticos han
permanecido inflamados por más de dos semanas, lucen de color rojo, se sienten
duros o irregulares, o si la hinchazón se vuelve cada vez mayor.
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